Guía Out-Law 3 min. de lectura
05 Aug 2020, 12:00 am
Es probable que la disrupción de los proyectos de construcción en el Reino Unido a causa de la pandemia de COVID-19 incite a los contratistas y subcontratistas a considerar si tienen derecho a una indemnización para cubrir los gastos adicionales en que hayan incurrido. Sin embargo, no todas las disrupciones relacionadas con el COVID-19 darán lugar a reclamaciones exitosas.
En esencia, la disrupción es una reducción de la productividad por la que un contratista no es responsable. El acceso restringido o escalonado al emplazamiento, el trabajo fuera de secuencia y la entrega tardía de instrucciones son ejemplos de disrupciones que pueden haber ocurrido como resultado de la pandemia del COVID-19.
Las disrupciones suelen generar otros problemas que afectan aún más negativamente a la productividad en la obra, tales como la aglomeración de trabajadores en el emplazamiento, mano de obra improductiva y la coincidencia de varios subcontratistas y proveedores en espacios y tiempos reducidos ('stacking of trades').
Si bien una reducción de la productividad puede provocar retrasos en el avance de las obras y no es inusual que se agrupen las reclamaciones por retraso y disrupción, una reclamación por disrupción difiere de una reclamación por retraso.
La finalidad de una reclamación por disrupción es recuperar los costes adicionales incurridos, o las pérdidas sufridas, como resultado de una disrupción. Es posible que los trabajos experimenten una disrupción y aun así las obras finalicen en plazo. En tales casos, un contratista no tendrá derecho a reclamar una ampliación del plazo y/o pérdidas y/o gastos, pero sí podrá reclamar el coste de la reducción de la eficiencia de su fuerza de trabajo y los gastos adicionales en que haya incurrido.
Las reclamaciones por disrupción no se refieren a los costes relacionados con el plazo y sólo deben incluir los costes adicionales relacionados con los trabajos que resulten de la pérdida de productividad causada por la disrupción. Las reclamaciones por disrupción pueden corresponder a categorías tales como el 'gasto desaprovechado', los costes adicionales de la mano de obra o de instalaciones/maquinaria y el tiempo de gestión improductivo.
En un escenario de derecho inglés, un contratista que considere la posibilidad de presentar una reclamación por disrupción debe primero hacer referencia a las directrices de los tribunales establecidas en el caso de Walter Lilly contra Mackay para determinar si existe alguna base para presentar la reclamación por disrupción. En ese caso, el tribunal aconsejó que, para tener éxito en la presentación de una reclamación por disrupción, un contratista tiene que demostrar en un equilibrio de probabilidades que:
Si bien no hay una forma preestablecida de preparar este tipo de reclamaciones y un contratista puede elegir el enfoque que desee para apoyar una evaluación razonable de la disrupción causada, es probable que las siguientes cuestiones sean determinantes en cualquier reclamación por disrupción:
La mera existencia de la pandemia de COVID-19 no dará lugar automáticamente a un derecho a costes adicionales. Sin embargo, según las condiciones del contrato en cuestión, las medidas adoptadas por las partes como resultado de la pandemia y las medidas introducidas por las autoridades pueden dar derecho a un contratista a reclamar.
Guía Out-Law
24 Jul 2020