Se dio el caso de que numerosas empresas acudieron a Pinsent Masons en busca de asesoramiento tras haber recibido todas ellas imputaciones de naturaleza común. Se enfrentaban a reclamaciones por daños cuya defensa ante los tribuales veían en la mayoría de los casos inútil. No solo por los gastos en los que incurrirían, sino también por el inevitable daño a su reputación. En su caso, se necesitaba un enfoque que abarcara tanto los riesgos comerciales como los reputacionales, así como los aspectos legales. Nuestros clientes necesitaban asesores que se ocuparan de las cuestiones comerciales y de reputación en un sentido más amplio, y que fueran capaces proponer una resolución original.
Los recursos en grupo y cualquier otra forma de reparación colectiva pueden dar lugar a procedimientos procesales muy costosos y largos, con lo que resultan especialmente desaconsejables en casos en los que una de las partes ha admitido su responsabilidad o ha acordado algún tipo de compensación.
Este era el caso particular de varias empresas que se enfrentaban a reclamaciones similares y que acudieron a Pinsent Masons en busca de ayuda. Nosotros les propusimos el diseño y la ejecución de un plan de resolución aplicable al conjunto de un sector a través de un consorcio.
Esta solución se tradujo en un sistema de recursos colectivos voluntarios que ha cambiado el modo en el que las empresas se plantean la resolución de disputas a gran escala.
Nuestros clientes necesitaban asesores que se ocuparan de las cuestiones comerciales y de reputación en un sentido más amplio, y que fueran capaces proponer una resolución original.
Este sistema sentó numerosos precedentes:
La singularidad de este desafío también exigía un enfoque comercial que facilitase la gestión y ejecución del plan. Se desarrolló un sistema de «semáforo» a través del cual el abogado coordinador del grupo daba instrucciones, sin que cada miembro tuviera que aprobar cada una de las instrucciones.
Involucramos a una vasta red de profesionales en el consorcio, tales como consultores especializados en comunicaciones que defendieran el plan y fomentaran la participación. Entre sus tareas estaban la relación con los medios y con las principales partes interesadas del gobierno.
El desarrollo de este plan trajo consigo las siguientes ventajas:
Desde entonces, se han diseñado o considerado numerosos planes similares para víctimas de dispositivos médicos defectuosos, piratería telefónica, vigilancia corporativa y venta indebida de productos financieros y de otro tipo.